Ever wonder why some dog trainers look at harnesses like they’ve just seen a cat at a dog show? Well, pull up a chair, grab a treat (for your dog, of course), and let me spin you a yarn from the perspective of a dog trainer who’s seen it all.
¿La respuesta corta? No es que no nos gusten los arneses, sino que a menudo se utilizan mal en el adiestramiento. Los arneses son fantásticos por muchas razones, pero cuando se trata del adiestramiento, a veces pueden provocar más tirones y menos control, lo que dificulta la enseñanza de buenos modales con la correa.
Some dog trainers express reservations about harnesses for a few reasons, though it’s important to note that opinions on this matter can vary significantly among professionals. Here are some of the commonly cited reasons:
- Control reducido: Los arneses pueden dar a los perros una mayor amplitud de movimiento en comparación con los collares, lo que puede dificultar el control del perro por parte del propietario o el adiestrador, sobre todo si el perro es grande o especialmente reactivo.
- Fomento de la tracción: Some types of harnesses can actually encourage dogs to pull. This is because harnesses distribute pressure more evenly around the dog’s body, which can reduce discomfort when pulling and thus reinforce the pulling behavior. This is especially true for harnesses that attach at the back.
- Retos de la formación: Para el adiestramiento, algunos adiestradores prefieren la respuesta y el control que proporciona un collar tradicional, sobre todo cuando se enseña a un perro a caminar bien con la correa o a escorar. Los collares permiten una comunicación más directa de las órdenes a través de la correa.
- Potencial de fuga: Algunos arneses son más fáciles de quitar para los perros que un collar bien ajustado. Esto puede suponer un riesgo para la seguridad, especialmente en entornos potencialmente peligrosos como calles muy transitadas.
- Dependencia excesiva: There’s a concern that relying too much on a harness can lead to an over-dependence on equipment for control and behavior management, rather than teaching the dog to listen and respond to commands without the need for physical restraint.
¿Son los arneses los villanos del adiestramiento canino?
First off, let’s debunk a myth: harnesses are not the villains in the story of dog training. They’re more like anti-heroes. Misunderstood.
Most dog trainers cringe at poorly fitted harnesses because they can enable dogs to pull with their whole body weight. Imagine trying to teach manners to a furry locomotive. That’s what it feels like.
The truth is, a harness can be a powerful tool for managing pulling, but only when used correctly. That’s where we, the dog trainers, come in, waving our magic wands (or treat bags) to make the learning process a bit smoother.

¿Por qué tanta cara cuando se trata de arneses?
No es que tengamos nada en contra de los arneses en sí. Se trata más bien de encontrar la herramienta adecuada para el trabajo.
Un arnés es como un par de patines. Es ideal para pasear, pero no tanto para aprender a caminar. Muchos adiestradores prefieren empezar con un collar porque da más información al perro sobre lo que se espera de él durante los paseos.
But here’s a twist: as a trainer, I’ve seen harnesses work wonders for certain dogs, especially those with neck issues or breathing problems. It’s all about the individual dog and their needs.
Los héroes incomprendidos del mundo canino
Así pues, los arneses no son el enemigo. Son como los héroes incomprendidos del mundo canino, que esperan su momento para brillar. La clave está en saber cuándo y cómo utilizarlos eficazmente.
Training with a harness requires a bit of finesse. It’s like teaching a cat to high-five; it’s possible, but you need patience and the right approach. Check out 5 mejores pasos para entrenar a su perro a usar un arnés para perros para obtener consejos sobre el adiestramiento con arnés que realmente funcionan.

Pero, ¿y el control?
Control is the name of the game in dog training, and let’s be honest, a harness can sometimes feel like playing a game with a joystick that’s not quite responsive. That’s why trainers often have a love-hate relationship with them.
Sin embargo, con el arnés adecuado (piensa en un clip frontal) y técnicas de adiestramiento, puedes guiar a tu perro con la misma eficacia. Es como cambiar a una consola con mejores mandos. Para comparar los distintos tipos de arnés, visite ¿Qué tipo de arnés para perros es mejor para su perro?
Elegir el arnés adecuado: Una búsqueda
No todos los arneses son iguales. Encontrar el adecuado es como embarcarse en la búsqueda del Santo Grial. Requiere investigación, paciencia y, a veces, un poco de suerte.
Un arnés bien ajustado puede cambiar las reglas del juego tanto para usted como para su perro. Se trata de comodidad, seguridad y adecuación a sus objetivos de adiestramiento. Si desea una guía para elegir el arnés perfecto, eche un vistazo a ¿Cómo comprar un arnés para perros?

Abrazar el arnés: El viaje de un entrenador
Al fin y al cabo, se trata de lo que mejor funciona para ti y para tu amigo peludo. Como adiestradores, nuestro trabajo es guiarte, ofrecerte consejos y ayudarte a navegar por el vasto mar de productos para mascotas.
Los arneses, cuando se eligen y utilizan correctamente, pueden ser una parte valiosa de sus herramientas de adiestramiento. La clave está en mantener la mente abierta, informarse y estar siempre dispuesto a aprender algo nuevo.
Conclusión
So, why the long faces from dog trainers when harnesses enter the room? It’s not disdain; it’s concern for using the right tool in the right way. With the proper harness and training, your dog can enjoy the freedom to explore while learning good manners. It’s a win-win!